AUTOMATIC CITY: Zeitgeist
En Alemania observé cómo la línea de dibujo se convertía en una talla de una superficie, una nueva dimensión posible. ¿Qué es este lugar?, me pregunté. Es otro tiempo-espacio. Fue en mi primer pie en Berlín cuando me pregunté no si el arte podía tener otro tiempo, sino si tal vez si el tiempo podía tener otro arte. Me habían dicho que si la ciudad me admitía, me maltrataría muchas veces, dándome sólo lo mínimo para respirar, poniéndome a prueba, obligandome a manifestar mi verdadera identidad. Como dice el refrán, “Berlín es pobre, pero sexy”, efectivamente.
Mi decisión de quedarme fue lo que me mantuvo con vida, y mi decisión de sobrevivir fue por lo que la abandoné. Me hundí con mis gubias en la topología vegetal de Brandeburgo; la neurosis de los circuitos industriales, los traumas generacionales, la arquitectura de posguerra, las rutas del carbón, los códigos secretos y la interminable burocracia seguían presentes dentro de mí ahora en los suaves sonidos del bosque, en Luckenwalde. Dentro y fuera de mí, la realidad presentaba la línea ya no como un trazo esbozado por el movimiento de un miembro humano de algún origen, existencia y proyección, sino como un vacío llenado por la contingencia.
En algunas obras abandoné la figuración en favor de un diálogo con el material, sumergiéndolo en el magma negro de la decadencia, tratando de acelerar su extinción. Rasguño la madera, desvelando capas subterráneas de la realidad, la de las profundidades arenosas de esta llanura. Mi percepción se centró en torno a una o dos figuras cuando la figuración volvió a reconfortarme, sólo por un rato. Los zapatos surgieron entre bambalinas haciendo desfilar algunas identidades germánicas tácitas, y la obra de Käthe Kollwitz, predecesora del expresionismo alemán y campeona de la humanidad y la compasión. La termodinámica, la Teoría Cuántica, el interés por los agujeros negros, la meditación, tal vez fueran mis desacuerdos con Hegel o quizá mi afición por la obra de Albert Einstein y el interés por conocer el ecosistema que alimentaba sus esperanzadoras opiniones. Pero tal vez, como él, llegué a la conclusión de que el pueblo alemán, después de hacerse dueño de él, habría perdido el rastro de su significado. Estoy hablando acerca del tiempo.
Entendí la imagen, que concierne a mi profesión de pintor, como el conjunto de más de miles de conciencias que orbitan como rayas componiendo una cierta realidad, sosteniendo su existencia en un lapso no reproducible, creado por todos y aún privado para algunos. Quise crear una imagen que se adhiriera a la prohibición de capturar la imagen, siendo a la vez pública y privada. Me mantuve entre la pintura y el grabado surcando un bajorrelieve con mis herramientas. Creé un original que no puede ser reproducido. Bloques xilográficos que no se pueden imprimir, cuestionando la finalidad aurática de mi obra. Trabajar sobre la madera me permite partir del tiempo, e infligir la alteración y la descomposición. La imágen es la del vacío. Aquí es donde puedo sentir el quehacer del tiempo.
Para vivir la experiencia que me ofreció Alemania, tuve que dejar de ser yo mismo, salir del papel de pintor, perder la pista de mi propia línea de tiempo y ser absorbido por un nuevo conjunto de códigos sociales y la peculiar forma de vivir el tiempo que tienen los alemanes. En el olvido del “yo”, me encontré a mí mismo. Berlín me preguntó quién soy yo. Esto inició un proceso en el que me doblé en un sinfín de posibilidades, revelando demasiado que no sabía. Y ahí estoy, un origen, sumergiéndome en la negrura de este tiempo-espacio, hundiendo mis herramientas en la madera, en diálogo con la resistencia del material, tocando la madera antes viva como una piel, como la carne y el hueso del tiempo.
Mx Watson


“Gas“
120 x 60 cm, pintura y talla sobre madera
2022, Luckenwalde

“A duelo”
60 x 93 cm, pintura y talla sobre madera
2022, Luckenwalde

“Un valts con los rusos”
120 x 125 cm, pintura y talla sobre madera
2022, Luckenwalde

“Un valts con los rusos”
120 x 125 cm, pintura y talla sobre madera
2022, Luckenwalde

“Sin título” / Undergraduated
64 x 70 cm, pintura y talla sobre madera
2021, Berlin

“Osloer Strasse”
41 x 93 cm, pintura y talla sobre madera
2021, Berlin


“Ethnia I & II”
120 x 60 cm, pintura y talla sobre madera
2021, Berlin

“Mermelade Skies” / Cielo de mermelada
60 x 120 cm, pintura y talla sobre madera
2020, Berlin

“Warschauer Strase”
80 x 130 cm, pintura y talla sobre madera
2020, Berlin

“Niño del este”
96 x 83 cm, pintura y talla sobre madera
2020, Berlin

“Africa”
34 x 30 cm, pintura y talla sobre madera
2020, Berlin

“Polvo de estrellas”
34 x 30 cm, pintura y talla sobre madera
2020, Berlin



“Organico vs Artificial”
80 x 30 cm, pintura y talla sobre madera
2020, Berlin

“Una singularidad”
36,5 x 28 cm, pintura y talla sobre madera
2020, Berlin


“Interestelar”
26 x 34 cm, pintura y talla sobre madera
2020, Berlin

“Termodinámica”
26 x 35 cm, pintura y talla sobre madera
2020, Berlin