Me cansé de ser mi penumbra
de arrastrar un rob de-jam pesado como la angustia existencial
bailé conmigo a cambio de sentir que yo nunca sería yo
me miro, como en la pesadilla de ayer en la que me veo
ser en otro escenario, otra realidad, la otra carilla
del libro leído por el aborígena
todas las contemplaciones de la raza humana
comprendiendo, entendiendo, viendo
hacia el interior del alma
todo se trata acerca de la persona que soy debajo de mi propia trata
una vez la mujer vendida, prendida ¿Con quién relfleja. la necesidad de ser sí misma?
Ya no estaban más la lavandera, la mucama y la potrera…
Hoy quizas “la china”, por saltar adelante 200 años esgrimas
a tajos generamos un código que elevamos a visual realización
y acá estamos creando las imágenes de lo que somos hoy,
en conjunto la humanidad hilando imaginabilidades
otros mundos, compartidos,
los llamamos “videojuestos”, pero son lo que vemos
en la pérdida del orígen de este pensamiento-ensoñación quedó grabada
la otra parte de mi sueño, en el que soy alguien que se esfuma en otra realidad.
Yo sé, porque hoy tb me lo vi sucederme, — me olvidé.
No lo sé, a veces me pasa, eses, ses, es, s.. . yo sé que me debo todo esto.
La culpa protestande, lo último del cristianismo que llegué a admirar.
La simplicaidad para ser feliz, a entrar al plano de lo natural, furea de tanto prejuicio y de poder quedarme en ese paralelo, de manera constante. Y de vuelta, sin prejuicios. Detrás de las dos caras del juicio está la otra realidad que observa a la propia cara como parte de su recinto. Siento que mi maquina es muy lenta, vieja, tiene mas de 90 años, leo las cosas de un amanera ancienta… me revelo en el paisaje como un abedul grande y desconocido en el medio de un monte virgen. Eso es todo lo que pienso acerca de mí.